Matrimonio Pastoral Desde el mismo momento en que bajaron a las aguas del bautismo en marzo de 1975, nuestro hermano Ministro Hilario Randolfo Rodríguez, Dirigido por  el Todopoderoso y con su esposa como ayuda idonea, tomaron el honroso ministerio de  dirigir el rebaño que dio nacimiento a una congregación más de la Iglesia de Dios del Séptimo día en Honduras.

Programa radial "LA VERDAD PRESENTE" todos los días de 3:30 pm a 4:30 pm Hora de Hond.

A todos los hombres Pastores de nuestra Iglesia de Dios....--Que gozo da ver y sentir en pleno terreno de trabajo, a hombres de propia voluntad y enriquecidos por el amor incomparable de su Creador, hablar y discutir sobre el rebaño particular que cada uno de ellos dirige, defendiendo a capa y espada su trabajo; encomiable labor en el cual sus únicas ganancias, muchas veces solamente son comentarios adversos, distenciones, insultos y blasfemias de quienes ven lo que ellos hacen que no les conviene; afortunadamente estos hombres de valor están puestos como verdaderos caudillos al frente de la congregación, con espada ardiente, luchando contra el enemigo que ronda las buenas costumbres cristianas, pero seguramente estos hombres ven un poco más allá de sus narices, porque con seguridad no solamente las huellas de su general los dirigen, sino que sienten su olor y aunque un poco nublados sus ojos que ven corrupción, saben distinguir la figura del Todopoderoso manifestada en su Hijo y sienten una mano dándoles esa fortaleza que solamente ellos pueden tener.
Muchas veces habrán apretado sus mandíbulas para callar, habrán sido sordos para no oír, mancos para no estirar sus manos en pos del detractor, ciegos para no zaherir al instante, cojos para no correr al asomo de chismes y discordia; son hombres capaces de manejar el tiempo, y lo saben, y se parecen al sabio que dijo para todo hay tiempo, por ultimo quizá ellos son ese recipiente en el cual quedan rincones para ocultar lo que no les agrada y que se lo cuentan a su Pastor de Pastores y solo con su ayuda han podido darles el tratamiento y han agradado a quien un día los llamo a servir, pero a servir de verdad.

Quien escribe estas líneas.
Les admira en el Señor.. Paz del Señor.