Iglesia de Dios del Séptimo Día, El Paraiso, Honduras
Frutos
![]() Los Frutos
Hay cosas que se hacen sin sentido; para nosotros; pero los propósitos del Señor son otros, la foto al principio insertada fue tomada sin poner la mas mínima atención; tiempo después buscando entre tantas fotos note, lo especial de esa planta, sus frutos; si todos emuláramos la abundancia de frutos (buenos) al igual que esa palmera nos hiciéramos pasar por verdaderos adoradores del Dios que tanto nos ama.
Con los jóvenes de la Iglesia compartíamos videos de profundo sentimiento; una pareja de bailarines de danza; el varón sin una pierna y la hembra sin un brazo; inmediatamente reflexionamos sobre su fe y fuerza de voluntad; los nudos de garganta no se hicieron esperar, nuestros ojos se humedecieron cuando observamos al Señor Nick Vujicic de Australia que aun sin sus brazos y sin sus piernas nos demuestra que hay un Dios lleno de misericordia y de amor; estas tres personas y otras en el mundo hacen cosas que nadie de nosotros las podría hacer; pueden hacer sus cosas cotidianas; como lo hacen?, son los frutos de perseverancia de sus discapacidades. Al observarnos todos los presentes llegamos a la conclusión de lo inconsecuentes y mal agradecidos que somos con el Creador, que la mayoría de los seres humanos que teniendo nuestro cuerpo completo, nuestros frutos son de arboles malos; todo nuestro cuerpo al servicio de quien nos llevará a la muerte eterna, (Satanás), dejándonos llevar por placeres que solamente duran un día, menospreciando el Divino Plan de Salvación. A usted querido amigo; joven o adulto, reflexione por un momento y véase a un espejo y vera que el Señor lo diseño con un propósito, usted no es producto de la casualidad, es inspiración divina, Dios conoce de usted y sabe cuántos cabellos posee, le brinda incesantemente el aire de la vida, y Usted en que le retribuye a su Creador
Reflexionaba nuestro Pastor en una de sus predicaciones; cuando los Apóstoles predicaban la conversión era de muchos; miles, multitudes, hoy en día el ser humano o no cree al evangelio de Jesús u opta por lo que le conviene hasta el punto que para que alguien se arrepienta hay que llevarle no uno, sino, cientos de mensajes y tener el cuidado de saber cómo evangelizarlo, porque de todos es sabido que las excusas sobran y nunca están a favor de lo que la Biblia nos dice.
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